jueves, 31 de mayo de 2012

Cuando la resistencia al esfuerzo cortante de las arenas se reduce a cero, o sobre el fenómeno de la LICUEFACCIÓN


El conocido físico e ingeniero francés Coulomb fue el científico que publicó en 1776 el primer trabajo reseñable que trataba de explicar la génesis de la resistencia de los suelos. Su primera idea consistió en atribuir a la fricción entre las partículas del suelo la resistencia al corte del mismo y extender a este orden de fenómenos las leyes que rigen la fricción entre los cuerpos, según la Mecánica elemental.
Si un cuerpo sobre el que actúa una fuerza normal (P) ha de deslizar sobre una superficie rugosa, la fuerza (F) necesaria para ello resulta ser proporcional a P, de modo que F = µ P, donde µ es el coeficiente de fricción entre las superficies de contacto.
Coulomb admitió que los suelos fallan por esfuerzo cortante a lo largo de planos de deslizamiento y que el mismo mecanismo de fricción rige la resistencia al esfuerzo cortante de, por lo menos, ciertos tipos de suelos. Dada una masa de suelo y un plano potencial de falla de la misma AA´, el esfuerzo cortante máximo susceptible de equilibrio y, por lo tanto, la resistencia al esfuerzo cortante del suelo por unidad de área en ese plano, es proporcional al valor de σ, presión normal en el plano AA´, teniendo: F/Area= s = τ máximo = σ tan f.
De este modo nace una ley de resistencia, según la cual la falla se produce cuando el esfuerzo cortante actuante, τ, alcanza un valor, s, tal que: s =  σ tan f. La constante de proporcionalidad entre s y σ, tan f, fue definida en términos de un ángulo que llamó ángulo de fricción interna y definió como una constante del material. De todo esto se deduce que la resistencia al esfuerzo cortante de los suelos que obedezcan a esta ecuación debe ser nula para σ=0.
Sirva como ejemplo una muestra de arena seca y suelta sobre la palma entreabierta de una mano, que al deslizar entre nuestros dedos indica claramante σ=0 y s=0. Un suelo de este tipo se denominó "suelo puramente friccionante" o, utilizando un término más actual, suelo granular. Queda claro que este supuesto es un caso extremo y que la mayoría de los suelos existentes se encuentran en un término medio entre los suelos puramente granulares y los puramente cohesivos.

La resistencia al esfuerzo cortante de una masa de suelo granular depende de las siguientes características del propio material: compacidad, curva granulométrica, forma, tamaño y resistencia individual de las partículas. Podemos estblacer una tendencia a la deformación: arena suelta > arena compacta > arena cementada. Cuando tiende a producirse un desplazamiento en arena sueltas, las partículas no se traban entre sí, ni se bloquean, por lo que la resistencia que se opone a la deformación es sólo fricción. Además la deformación por esfuerzo cortante produce un mejor acomodo de los granos, lo que se traduce en disminución de volumen. La forma típica de la línea de resistencia de una arena suelta es una recta que pasa por el origen, quedando descrita perfectamente por la ley dada anteriormente (s = σ tan f).

Como hemos dicho, las arenas deformadas bajo esfuerzos cortantes disminuyen su volumen y, por lo tanto, su relación de vacíos, en cambio para arenas compactas ambos aumentan. En este sentido, es de esperar un valor intermedio en el que la arena que lo tuviese no variaría su volumen. Este valor intermedio recibe el nombre de "relación de vacíos crítica" (según A. Casagrande). La importancia de esta relación de vacíos crítica surge cuando se considera la resistencia al esfuerzo cortante de las arenas finas saturadas, sometidas a deformaciones tangenciales rápidas. Si la arena es suelta, al deformarse tiende a compactarse, aumentando la presión neutral en el agua si ésta no drena con la suficiente rapidez. Este aumento de presión hace disminuir la presión efectiva y la resistencia al esfuerzo cortante.

Ahora la pregunta sería: ¿en qué situaciones se producen deformaciones tangenciales rápidas? La respuesta es igual de rápida: en terremotos o grandes impactos. El fenómeno de la licuefacción de arenas viene definido por una disminución rápida de la resistencia del terreno al esfuerzo cortante hasta valores nulos o prácticamente nulos, debido al aumento rápido de la presión intersticial. Esto ocurre cuando el suelo queda sujeto a una solicitación brusca de tipo dinámico, como cuando se produce un terremoto o sismo. Lo que sucede es que la estructura granular del material sufre un derrumbe instantáneo que afecta a masas grandes de suelo, obligando al agua a tomar bruscamente presiones adicionales muy por encima de la propia presión hidrostática, que reducen la presión efectiva a cero. El conjunto se comporta como una suspensión densa y es este comportamiento el que da nombre al fenómeno.



Los terremotos producen una aceleración vertical de la superficie del terreno, pero estas aceleraciones son demasiado pequeñas (como máximo 0.3g) para producir por si misma un aumento de la compacidad del terreno. Los fenómenos sísmicos producen también aceleraciones con componente horizontal que, como ya hemos explicado, dan lugar a esfuerzos tangenciales. Pues bien, la repetición de la aplicación de cargas de este tipo puede puede producir una pérdida casi total de la resistencia al corte, dando lugar a fallas catastróficas durante terremotos. El fenómeno de la licuefacción ha sido bien estudiado por expertos como Seed y Lee (1966), y fue en el terremoto de Niigata de 1964, en Japón, donde se observó y describió por primera vez el fenómeno (ver vídeo). Es en Japón donde se dan los casos de fenómenos de licuefacción, ligados a los terremotos, más espectaculares, aunque también se han dado casos en Estados Unidos y en algunas zonas de Europa

Por esta razón, cuando se producen terremotos en núcleos de población, urbanizados sobre depósitos sedimentarios con características como las descritas anteriormente, se pueden observar cosas tan impactantes como las ocurridas en Niigata (Japón) en 1964, con el vuelco o rotación de bloques de viviendas enteros, o como en el último terremoto que se ha vivido en recientemente en el norte de Italia, donde también se ha observado el fenómeno de la licuefacción.

fuentes: Lambe, Badillo, Rodríguez.

martes, 29 de mayo de 2012

OfiGeo patrocina el deporte



El pasado 27 de mayo, domingo, tuvo lugar en Zaragoza la 8ª Carrera Sin Humo, que una vez más ha congregado a un gran número de participantes, llegando al máximo de participantes previsto. En esta edición, se ha seguido incidiendo en los beneficios del ejercicio físico y la promoción de un estilo de vida saludable, libre de humo. Se ha focalizado la atención en la lucha contra el tabaquismo y en el fomento de actividad física entre los adolescentes. La formación, la solidaridad y el medio ambiente han seguido siendo pilares clave de este evento.
Como no podía ser de otra manera, OfiGeo se suma a este tipo de actividades y pone su pequeño granito de arena, patrocinando a corredores entregados a la causa.

fuente: carrerasinhumo.es

jueves, 24 de mayo de 2012

Dolina de las Estrellas, NO PISAR

Esto es lo que se puede ver si te das un paseo por la Avenida de las Estrellas de la ciudad de Zaragoza.


Después de todos los problemas que ha habido con esta dolina catalogada en el anejo de riesgos geológicos del Plan General de Ordenación Urbana como dolina nº 1 (Simón et al., 1998), recién bautizada como Dolina de las Estrellas, parece que ésta es la solución...me quedo sin palabras.

martes, 22 de mayo de 2012

Terremotos, que tocan de cerca.

Interesante reflexion extraida del periodico digital QUE, y publicada el dia 21 de mayo. El autor es ANTONIO ARETXABALA DÍEZ, geologo de la Universidad de Navarra.


La Geología no para de darnos sorpresas, esta vez desde dos frentes: por un lado las zonas donde se generan los terremotos y por otro su distancia a núcleos habitados. Cuando como ayer, el golpe de la Tierra se localiza cerca de un núcleo urbano, las consecuencias son catastróficas. Los recientes terremotos mayores de 5 grados en la escala Richter han sorteado en cierta medida el golpear cerca de grandes ciudades. Todos los días los hay y no saltan a las primeras páginas de la actualidad como sucedió ayer o hace un año con Lorca. En Europa todas las semanas golpean y en España cada 2 ó 3 años tiene lugar alguno. Si exceptuamos Lorca en 2011, L?Aquila en 2009 o el de ayer en Ferrara, lo observado últimamente es un abrumador porcentaje en zonas alejadas de núcleos urbanos o el mar.
Desde 2004, Italia se autoconsidera a efectos constructivos y urbanísticos zona de alto riesgo, sin embargo, Ferrara es sorprendentemente la zona en la que menos se espera que ocurran estos fenómenos tan naturales como las tormentas o las nevadas, pero con ritmos distintos.
Todos sabemos del carácter sismogenético de las fallas del Sureste español y de las pirenaicas. Sin embargo, poco conocemos de las que generan sismos dañinos en las mesetas o el Norte, calificadas como en Ferrara de bajo riesgo símico. Pero es que en España no lo debemos olvidar, también nos llevamos sorpresas con estos fenómenos 'intraplaca': en 1817, en Arnedo (La Rioja) se produjo un terremoto al que se le ha adjudicado una magnitud por encima de 6 grados Richter, se sintió desde Palencia a Barcelona. En plena guerra civil, octubre de 1938, Arredondo en Cantabria sorprendió con un seísmo cercano a los 5 grados, se sintió mucho en Santander, pero también en Bilbao y Vitoria. Más recientes, y ya bajo la moderna perspectiva de normativas sísmicas, podemos recordar aquel tan superficial de Pedro Muñoz (Ciudad Real). En 2007, golpeó en plena zona clasificada ya por las normas vigentes como de "bajo riesgo sísmico", los testimonios de cuadros movidos, lámparas oscilando y sustos de la población incluyeron Aragón o Asturias; sólo colapsó parte del Teatro de Almagro, no hubo víctimas, pero dice mucho de nuestro conocimiento de esta piel de toro que habitamos.
Hay ejemplos que se empeñan en demostrarnos nuestra ignorancia sobre el medio que habitamos. Recién estrenada la norma de 1994 (NCSE94), Lugo dejó de ser sísmica, los habitantes de toda Galicia, Castilla, Asturias y Cantabria salieron despavoridos con un terremoto de 5,3 recordándole al BOE que la naturaleza no sabe de burocracia. Hay muchos más ejemplos si incluimos los epicentros del mar, Galicia en 1969 con un seísmo de 5,9 grados. Los más esperables de Cabo de San Vicente de 1969 (7,8), luego en 2007 y 2009 (6,2 y 6,3) sentidos en prácticamente toda la península con llamativos desalojos en edificios de Cádiz, Sevilla o Madrid. Los tres fueron localizados lejos de la costa.
Ya somos más de siete mil millones de almas y la tendencia a la concentración en ciudades es imparable. En una década, cerca del 60% de la población viviremos en ciudades. En diez años, cien millones de chinos abandonarán el campo. Muchas de nuestras ciudades se han construido en muy cortos lapsos de tiempo con los criterios heredados de planteamientos urbanísticos del siglo XX. Trágicamente, una parte significativa de estas ciudades, también de Europa y España, están localizadas cerca de regiones de conocida (o aún no) actividad sísmica ¿No es hora de repensar el urbanismo y desarrollar nuestras mejores herramientas de mitigación como la ley del suelo de 2008? Las normas de construcción sismorresistente no han sido, no son, y nunca serán suficientes.

lunes, 21 de mayo de 2012

Ya hemos llegado a las 300 visitas!!



Ha pasado poco más de un mes desde que inauguramos el blog y ya hemos llegado a las 300 visitas. Desde OfiGeo queremos agradecer a todos los que habéis hecho posible alcanzar esta cifra tan rápidamente, y por supuesto a los que contribuiréis en el futuro a ir aumentando esta cifra de manera exponencial. Muchas gracias y un saludo.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Hoy inauguramos nuestra WEB corporativa!!


Parecía que este día nunca iba a llegar, pero ha llegado, después de quitar, poner, borrar, sustituir, corregir...en fin, después de darle muchas vueltas a todos los detalles de la web hemos llegado a buen término y el resultado  ha merecido la espera. Esperamos que os guste y que os anime a trabajar con nosotros a aquellos que lo necesitéis. Podéis navegar por ella ahora mismo si lo deseáis.
Gracias Edu

martes, 8 de mayo de 2012

¿Qué tienen en común el estrato geológico y la glándula parótida?

Amsterdam (Holanda); una tarde del año 1659 un científico joven y curioso se le ocurre comprar una cabeza de cordero para llevarla a su laboratorio y disecar el cerebro. Podríamos pensar, que tío más raro. Pues bien, explorando todos los vasos habidos y por haber con una simple sonda, descubrió un conducto nuevo, desconocido hasta entonces. Era la glándula parótida, bautizada por aquel entonces como ductus stenonianus.
Años más tarde, este mismo científico dejó de lado las incursiones en cerebros ajenos y se preocupó por la tierra y rocas que pisaban sus pies, y más concretamente por los fósiles que observaba en esas capas de material en los paisajes a los alrededores de su ciudad. Esas capas que contenían tal variedad de fósiles tenían que ser descritas de alguna manera...¿porqué no llamarlas estratos? El término estrato fue introducido en Geología por Nicolas Steno en el siglo XVII para denominar a una capa de roca o sedimento limitada por superficies horizontales con continuidad lateral y que equivale a una unidad de tiempo de depósito. Esta definición constituyó la base del Principio de la horizontalidad original y continuidad lateral de los estratos. Estos logros han hecho que Nicolas Steno sea considerado uno de los padres de la Geología y que el estrato y la glándula parótida estén más relacionados de lo que nunca se habría esperado.

viernes, 4 de mayo de 2012

"Querer es poder"



La cosa estaba complicada, pero era necesario que la máquina de ensayos de penetración dinámica entrase dentro de la casa. Los que nos dedicamos a esto sabemos que no siempre nos encontramos los accesos fáciles para las máquinas que hacen trabajos para estudios geotécnicos. Parecía que estábamos abocados a hacer los penetros fuera de la planta de la casa y por lo tanto de la futura construcción, con las limitaciones que esto impone, ya que aunque puedas hacerlos próximos a la vivienda y después correlacionar...no es lo mismo, es preferible tener la certeza de lo que tenemos bajo la futura casa.

Pues bien, el empeño por hacer las cosas de manera correcta de todas las partes implicadas (propietario, empresa de trabajos mecánicos y oficina geotécnica-OfiGeo) desembocó en lo que podéis ver en la fotografía. La destreza y empuje de todos los que allí estábamos hizo que finalmente entrase la máquina y así poder obtener resultados muy fiables para la realización de un estudio geotécnico completo. Y es que como reza el dicho..."querer es poder".